Las tres son discutidas en la mesa del diálogo nacional que convocó recientemente el presidente Luis Abinader para avanzar en 12 puntos.
Para Marranzini, la reforma de la normativa laboral, de la previsional y de la fiscal deben ser integrales. “Hay que trabajar esas reformas como algo integral, viendo el desarrollo del país por delante y que los tiempos han cambiado” dijo el representante del gremio industrial durante el Diálogo Libre.
Sobre el Código Laboral, dijo que la visión de los empresarios sobre la reforma requerida ha sido coherente: se centra en adaptar el modelo a la situación actual de jornadas de trabajo, a adecuar las estructuras y mecanismos procesales para la resolución de conflictos laborales y a reducir la pesada carga que implica la cesantía.
Marranzini detalló que la presión que genera la cesantía es tan grande “que incluso evita la creación de más empleos”.
“Al final del día lo importante es que el salario sea percibido por el trabajador. La cesantía es un costo oculto”.
El presidente de la AIRD relató que las cargas laborales en República Dominicana rondan el 60 %. “Si alguien gana 10,000 pesos, a la empresa le cuesta 16,000 pesos y, sin embargo, lo que el trabajador percibe son 10,000 pesos”, ilustró el industrial.
Por ello, Marranzini manifestó que la idea de revisar la cesantía laboral en el código es para “buscar que la mayoría del costo laboral lo perciba el trabajador, y que ese costo oculto no sea una carga, porque realmente es una traba en el desarrollo del empleo”, dijo.
La vicepresidente ejecutiva de la AIRD, Circe Almanzar, manifestó que hay derechos adquiridos que se tienen que preservar y que cualquier reforma debe tomar en cuenta eso. “Todo el que tenía un régimen, hasta ese régimen debe preservarlo. Pero también se trata de que no haya duplicidad. Si tienes la cesantía en nuestro país funcionaba o tenía un rol doble, que era la indemnización por el despido, más una especie de ahorro del trabajador por los años de trabajo”, señaló.
Almanzar explicó que la compensación derivada de la cesantía tiene que sustituirse por un seguro de desempleo, o reducir a una cantidad de tiempo su cálculo o tomar como referencia el salario promedio y no el último devengado por el trabajador.
“Es un círculo vicioso porque el trabajador no ve eso (lo que se destina a la cesantía) y gana menos dinero, pero le cuesta a la empresa”, dijo la vicepresidente ejecutiva de la AIRD.
Marranzini, por su parte, dijo que el Código Laboral que surja de las discusiones en la mesa de diálogo nacional debe ser un instrumento normativo que tenga la posibilidad que adaptarse a la modernidad, a los cambios provocados por el teletrabajo y por los adelantos tecnológicos de las últimas décadas
“Tenemos un Código Laboral de antaño y el mundo ha cambiado mucho. Cada día hay más formas diferentes de trabajar”, dijo el presidente del gremio de industriales.
Industrias: entre los más gravados de la economía
Otra de las reformas necesarias para la economía es el Pacto Fiscal. Para la AIRD se trata de una necesidad, no solo por el peso que tiene el sistema tributario sobre las industrias, sino por la incidencia que tiene esto sobre la informalidad de la economía.
Circe Almanzar recordó que un cambio abrupto del esquema fiscal puede tener un comportamiento contrario al esperado, como ya ocurrió con el sector de bebidas alcohólicas y tabaco tras la reforma tributaria del año 2012.
“Cuando se ha hablado del Pacto Fiscal no solo se trata de subir o bajar una tasa, sino de revisar la estructura”, recordó la vicepresidente ejecutiva de la AIRD.
Por ello, abogó por hacer una reforma bien estudiada para evitar terminar peor y que “en vez de generar más recaudación terminemos peor. Ya ocurrió en 2012. Ahí esta la evidencia”, sentenció.
Señaló que el sector industrial es uno de los más gravados y que ello ocurre en medio de un sistema tributario que, además, es muy complicado.
“Hay muchísimas formas de hacer mucho más simple el sistema de recaudación”, dijo Almanzar.
Celso Juan Marranzini, presidente de la AIRD, dijo que hay que tener una política de Estado que impulse a la industria hacia el largo plazo.
“El sector industrial es de capital intensivo, con un nivel altísimo de formalidad”, dijo el presidente del gremio fabril, quien destacó que la manufactura debe generar “un ciclo virtuoso”.
Marranzini dijo que ahí es que entran en juego las reglas de juego estables que permitan dar seguridad a las inversiones y a las operaciones de los establecimiento manufactureros en el país.
“No podemos aspirar a ser una potencia industrial y que sea un sector tan gravado que entonces no pueda competir con otros países. No puede ser un sector más gravado que sus pares porque sino no hay forma de desarrollarse”, dijo el presidente de la AIRD.
Con esas ideas es con las que el gremio de industriales espera avanzar en las negociaciones del diálogo nacional que debatirá las reformas en doce puntos.