En la estación de gasolina más próxima a la puerta binacional en Comendador, provincia Elías Piña, hay tres filas de vehículos esperando en turno para abastecerse del derivado del petróleo.
Una cola es para las motocicletas montadas por haitianos, otra para los vehículos de cuatro ruedas del vecino país y una tercera para los dominicanos.
“Nosotros venir aquí porque en Haití no hay”, respondió Rikerson, uno de los muchos haitianos que esperaban en su motocicleta a que abrieran la puerta para comprar el carburante.
Los miembros del Cuerpo Especializado de Control de Combustibles (Ceccom) y del Ejército Nacional controla el despacho de la gasolina, para evitar que sea despachada en recipientes de plástico.