La temperatura promedio del planeta se mantuvo en máximos históricos el miércoles tras dos jornadas en las que se batieron marcas no oficiales. Este es el último marcador de una serie de fenómenos extremos provocados por el cambio climático.
La temperatura media global fue de 17,18 grados Celsius (62,9 grados Fahrenheit), según Climate Reanalyzer, una herramienta de la Universidad de Maine que utiliza datos satelitales y simulaciones informáticas para medir el estado del planeta. La cifra igualó el récord establecido en la víspera, luego de que el lunes se batió la marca previa con una temperatura de 17,01 Celsius (62,6 Fahrenheit).
Los científicos llevan meses advirtiendo que 2023 podría registrar un calor récord mientras el cambio climático causado, impulsado en gran medida por la quema de combustibles fósiles como carbón, gas natural y petróleo, calienta la atmósfera.
Además, apuntaron que La Niña, el enfriamiento natural de los océanos que había actuado como contrapeso a ese calentamiento, estaba dando paso a El Niño, el fenómeno inverso marcado por el aumento de la temperatura de los océanos. El Atlántico Norte ha registrado un calentamiento récord este año.
“Un récord como este es una prueba más de la tesis, respaldada ahora de forma masiva, de que el calentamiento global nos empuja hacia un futuro más caluroso”, dijo Chris Field, un científico experto en clima de la Universidad de Stanford que no participó en los cálculos.
Sean Birkle, climatólogo de la Universidad de Maine y creador del Climate Reanalyzer, explicó que las cifras diarias no son oficiales pero ofrecen un retrato útil de lo que está ocurriendo en un mundo cada vez más cálido.
Y aunque no son un registro gubernamental, “nos ofrecen una indicación de dónde estamos ahora mismo”, apuntó Sarah Kapnick, científica jefe de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). La agencia estadounidense indicó que las tendrá en cuenta para sus cálculos de récords oficiales.
Aunque el conjunto de datos empleados para determinar el récord no oficial se remontan solo hasta 1979, Kapnick dijo que, a la vista de otros datos, es probable que el planeta esté registrando su día más más caluroso “en los varios cientos de años que hemos conocido”.
Los científicos suelen emplear mediciones mucho más largas — meses, años, décadas — para hacer un seguimiento del calentamiento de la Tierra. Pero los máximos diarios son un indicativo de que el cambio climático está llegando a territorio desconocido.
Además, apuntaron que La Niña, el enfriamiento natural de los océanos que había actuado como contrapeso a ese calentamiento, estaba dando paso a El Niño, el fenómeno inverso marcado por el aumento de la temperatura de los océanos. El Atlántico Norte ha registrado un calentamiento récord este año.
“Un récord como este es una prueba más de la tesis, respaldada ahora de forma masiva, de que el calentamiento global nos empuja hacia un futuro más caluroso”, dijo Chris Field, un científico experto en clima de la Universidad de Stanford que no participó en los cálculos.
Sean Birkle, climatólogo de la Universidad de Maine y creador del Climate Reanalyzer, explicó que las cifras diarias no son oficiales pero ofrecen un retrato útil de lo que está ocurriendo en un mundo cada vez más cálido.
Y aunque no son un registro gubernamental, “nos ofrecen una indicación de dónde estamos ahora mismo”, apuntó Sarah Kapnick, científica jefe de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). La agencia estadounidense indicó que las tendrá en cuenta para sus cálculos de récords oficiales.
Aunque el conjunto de datos empleados para determinar el récord no oficial se remontan solo hasta 1979, Kapnick dijo que, a la vista de otros datos, es probable que el planeta esté registrando su día más más caluroso “en los varios cientos de años que hemos conocido”.
Los científicos suelen emplear mediciones mucho más largas — meses, años, décadas — para hacer un seguimiento del calentamiento de la Tierra. Pero los máximos diarios son un indicativo de que el cambio climático está llegando a territorio desconocido.
El miércoles, 38 millones de estadounidenses estaban bajo algún tipo de alerta por calor, agregó Kapnick.
Eso incluía a comunidades que no están acostumbradas a tanto calor. En North Grenville, Ontario, la ciudad convirtió las pistas de hockey sobre hielo en centros de refrigeración mientras los termómetros alcanzaban el miércoles los 32 grados Celsius (90 Fahrenheit), con una humedad que arrojaba una sensación térmica de 38 C (100,4 F).
“Me siento como si estuviésemos viviendo en un país tropical”, dijo la vocera municipal, Jill Sturdy said. “Es como si te golpeara. El aire es muy denso”.
Con muchos lugares con temperaturas próximas a los 37,8 grados C (cerca de 100 F), el promedio podría parecer que no es muy alto. Pero la máxima mundial del martes estuvo casi un grado Celsius (1,8 F) por encima de la media registrada para el periodo entre 1979 y 2000, que ya supera a los promedios de los siglos XIX y XX.
Quebec y Perú han superado esta semana sus récords de altas temperaturas. La semana pasada, Beijing registró nueve días seguidos en los que los termómetros superaron los 35 grados Celsius (95 grados Fahrenheit). Ciudades en todo Estados Unidos, desde Medford, Oregón, a Tampa, Florida, han rondado máximos históricos, indicó Zack Taylor, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional.
Fuente: AP