Cientos de productores agropecuarios argentinos se movilizaban el martes en reclamo de ayuda y modificaciones en la política impositiva para contrarrestar las pérdidas millonarias generadas por una sequía histórica que además está mermando las reservas del Estado.
Bajo la advertencia de que sufren una situación crítica, los productores se trasladaban en tractores para congregarse en una asamblea a la vera de la autopista que une Buenos Aires con la ciudad de Rosario, situada a unos 300 kilómetros al norte.
A la protesta convocada por la Federación Agraria Argentina se han sumado Confederaciones Rurales Argentinas y la Sociedad Rural Argentina en un contexto de creciente descontento social en el país por el estancamiento económico y la acelerada inflación -que el año pasado fue de casi 95% – para la cual el gobierno del presidente Alberto Fernández no parece encontrar solución en pleno año electoral.
Los productores afirman sentirse abandonados ante las pérdidas en los cultivos de soja, trigo y maíz y la muerte de miles de vacunos por inanición causados por una sequía que lleva más de tres años y que afecta la zona agropecuaria más rica, que comprende parte de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
La sequía ha ido acompañada últimamente de bruscas heladas por repentinas bajadas de temperatura, que también han dañado los campos.
Los manifestantes señalan que las medidas anunciadas por el gobierno para ayudarlos son insuficientes o no se cumplen y han desempolvado quejas que han planteado en otras protestas, como el peso de los impuestos a las exportaciones. Exigen además que sus ventas al exterior se rijan por un tipo de cambio que les aporte más ganancia.
El gobierno ha anunciado la suspensión de anticipos de impuestos a las ganancias y de embargos de cuentas corrientes, así como la refinanciación de pasivos en mejores condiciones, entre otras medidas paliativas.
La Bolsa de Cereales ha estimado que la sequía provocará pérdidas de entre 11.000 y 15.700 millones de dólares.
Esa entidad señaló en su informe de febrero que los camiones arribados a puerto para el embarque de granos al exterior retrocedieron 28% en enero respecto del mes previo.
Los movimientos portuarios de enero se ubicaron en 3,68 millones de toneladas, cuando en diciembre se registraron 4,31 millones y en enero de 2022 se embarcaron 7,13 millones. Dicha reducción se debió mayormente a la poca competitividad del trigo argentino, mientras que las ventas relativas a la producción de soja y maíz de la campaña 2022/23 presentan retrasos respecto del año pasado.
La crisis que atraviesa este sector estratégico de la economía argentina está generando una merma de divisas en las arcas del Banco Central, lo que ha encendido la alarma en el gobierno.
Según la Bolsa de Cereales, en enero se liquidaron 928 millones de dólares, lo que implica una caída de 62% interanual y es la menor liquidación desde 2006.
Fuente: AP