El director de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), Leonardo Reyes Madera, ilustró que en República Dominicana se registran de 2 a 300 sismos todos los meses, lo que explicó es normal y es bueno porque significa que la Tierra está respirando y acomodándose.
“Sin terremotos no habría vida porque el centro de la Tierra es incandescente: hay una serie de corrientes que se van generando en el núcleo”, dijo.
Invitó a imaginarse que la Tierra es una naranja y que la misma se va deformando en la medida en que interactúa con otros astros, lo que genera fisuras y, por estas, empiezan la misma a respirar, poniendo como ejemplo los volcanes.
“Los volcanes del fondo marino; los de la superficie… Y esa es la forma de respirar de la Tierra”, explicó Reyes Madera durante su participación en el programa Reseñas, que conducen los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martínez R., por Entelevisión, los sábados a las 9:00 de la noche.
Prosiguió invitando de nuevo a que imaginemos que la corteza de la Tierra es esa cáscara de la naranja: un elemento que lo halan de un día para acá y lo empujan para allá; vive girando y trasladándose, pues el mismo se va rompiendo en trozos, y eso es lo que se conoce como placas tectónicas.
“Las placas tectónicas son las zonas de debilidad, de rotura. Las zonas de contacto entre una placa y otra. Y si venimos a nuestro país, nos encontramos con que la isla está montada en la placa del Caribe, que a su vez colinda y choca con la placa de América del Norte”, ilustró el director de Onesvie.
Detalló que en el oeste está la denominada “placa del coco”, de América Central, que está empujando al país y la zona del Caribe se va desplazando hacia el este-noreste a una velocidad de 2 a 3 centímetros por año, lo que implica que se vaya acomodando.
Hay diferentes tipos de movimiento, en función de tu tamaño vas a poder vencer a un oponente más pequeño o uno más grande te va a vencer a ti:
“Qué sucede, que cuando comenzamos a chocar con la placa del Atlántico, que es enorme, lo que hace es que se nos mete por debajo… y cada vez que penetra un poco hay un temblor, de ahí es que se forma la famosa trinchera de Puerto Rico o la Fosa de Milwaukee”, explicó.
Manifestó que “si nos vamos al sur, tenemos otra fosa, porque tampoco podemos empujar a América del Sur que también se nos mete por debajo: hay una por un lado y otra por otro… Antes se creía que íbamos a caer en la fosa, pero si nos ponemos a ver la formación más reciente… todas nuestras costas van emergiendo”.
Las fallas que hay en RD y el terremoto de 8.1 de 1946
En República Dominicana hay 14 fallas activas, lo que significa que en cualquiera de ellas puede generarse un terremoto, y al respecto Reyes Madera explicó que los mismos no son iguales.
Expresó que la falla de Enriquillo es la que ha estado más activa, y la septentrional que tiene muchos años que no se mueve y que sí vive acumulando energía.
“El día que esos materiales en contacto sobrepasen su límite elástico, se rompe una franja, se libera energía y se reajuste esa zona… es un movimiento brusco seguido de otros que van acomodando hasta que se estabiliza”, explicó.
Recordó que en el 1946 hubo un terremoto en Nagua de 8.1 que produjo un maremoto en la localidad que quedó incomunicada por más de un mes.
“Cada terremoto es una lección a aprender”
A propósito de los sismos que afectaron en gran medida a Turquía y Siria, el director de Onesvie, Leonardo Reyes Madera, señaló que “cada terremoto es una lección a aprender desde el punto de vista de la ingeniería sismorresistente, porque esto es una prueba y error” para hacer los ajustes en el código tras los eventos.
“A mí me ha llamado mucho la atención y me ha preocupado bastante el hecho de que, Turquía, en el 2009 tuvo un terremoto grande y la mayoría de sus edificios fallaron por el mismo criterio posiblemente que los que colapsaron ahora: fue el concepto de piso suave, esos edificios que los usas en la parte de abajo para tiendas o estacionamientos y arriba como habitacional”, explicó Reyes Madera.
Dijo que cuando pasó eso en el 2009 en Turquía, en el año 2011 República Dominicana penalizó eso en su reglamento, razón por la que si se ha construido tomando en cuenta esto, entonces no se debe tener ese tipo de resultados.
Reyes Madera precisó que también en el país se penaliza el tema de las columnas cortas, en especial para las escuelas, y que fueron más lejos, al pedir que en lugar de dos ejes de carga, cualquier edificación tuviese tres.
“Esas son experiencias tomadas de los daños y colapsos de las edificaciones en los terremotos… Entonces, es extraño que los edificios en Turquía volvieran a colapsar “, manifestó el director del Onesvie.
El código actual de RD
Sobre el Onesvie, dijo que el origen que provoca la presencia de esta oficina se centra en qué va a pasar con aquellas edificaciones que se hicieron sin tomar en cuenta los terremotos, para buscar la forma de identificar cualquier tipo de vulnerabilidad en esas edificaciones.
“Comenzamos a hacer edificios relativamente pequeños y consideraban la fuerza sísmica, nos pasamos 31 años en revisar ese reglamento, y hemos seguido construyendo inconscientemente… Entonces, ahora hemos visto que también hay edificaciones vulnerables”, cuestionó el director del Onesvie.
Expresó que a partir del 2011 ya es una ley que obliga que todo tipo de edificación necesite contemplar los efectos de los terremotos, y es un reglamento más exigente y directo.
“Mientras la mayoría de otros códigos te permiten la reducción de un nivel de fuerza sísmica hasta de 10… nosotros limitamos de 5 a 5, se penaliza el piso suave y columna corta, controlamos el desplazamiento para que no se rompan los cristales, controlamos el desplazamiento entre un piso y otro”, señaló, al referirse a lo que se sanciona vía el Código.
Celebró que el Gobierno haya decretado que a través del Onesvie se pueda hacer una incursión importante en el refuerzo de las escuelas.
“Ya la oficina cuenta con un cuerpo importante de profesionales calificados en el área y hemos hecho un montón de evaluaciones y propuestas de refuerzo con elementos simples (block, concreto armado, etc.) que aparte de que te da la seguridad de que no va a colapsar la escuela, también le da el trabajo a la comunidad, o sea, que es un trabajo en equipo donde nos vamos a beneficiar todos, sobre todo, los niños y maestros, que son los que están ahí”, señaló Reyes Madera.
Además de detectar las posibles fallas y hacer las recomendaciones para el refuerzo, también el Onesvie tiene la competencia de dar el seguimiento para que así se cumpla, según las recomendaciones.